Como manejar el «Lo quiero y lo quiero ya». Es necesario un marco jurídico estable

La patronal UNO ha organizado una jornada sobre el futuro de la logística urbana en la que han participado el director de negocio de Ader, Eduardo Herrera, el director de operaciones de Deliveroo, Marco Civolani y el directo de Excelencia de Operaciones de Seur, Benjamín Calzón. Los tres han coincidido en que la logística urbana se encuentra inmersa, desde hace 3 o 4 años, en una dinámica de cambios constante y en que es necesario un marco jurídico estable para que las empresas puedan invertir sin miedo en procesos de digitalización y movilidad ecológica.

La mesa de debate sobre plataformas digitales y nuevos modelos de reparto ha reunido a responsables de tres empresas que desempeñan labores de ultima milla desde perspectivas muy diferentes; Eduardo Herrera, de Ader, ha valorado los cambios que se están produciendo en el reparto urbano desde la perspectiva de una empresa con una dilatada experiencia y cuya principal carga son los paquetes de gran tamaño. Herrera ha querido hacer hincapié en que se le debe dar más valor a quien realiza la labor de logística y ha querido destacar cómo la nueva realidad de consumo está cambiando esa logística. «Los clientes exigen cada vez más y mejores servicios» ha asegurado, para después recordar que esa excelencia en el servicio no puede ir acompañada de unos precios cada vez más baratos, «no debemos perder de vista el valor de las cosas» ha recalcado. Y es que, afirma, las empresas de logística hacen «magia y que la magia funcione tiene un precio«.

Otra empresa con un gran bagaje, aunque centrada en una paquetería de menor tamaño, es Seur. En su nombre, Benjamín Calzón ha destacado también la nueva realidad de los clientes del sector de la paquetería; unos clientes que consumen bajo el lema «lo quiero y lo quiero ya» y que representan un desafío, pero también una oportunidad, para las empresas veteranas y las recién llegadas. Calzón ha querido apuntar que ese desafío no cuenta con una solución única, ya que se están tomando muchas medidas para afrontarlo, como los hubs urbanos o las formas de entrega alternativas.

El responsable de Seur ha augurado, además, que estas nuevas formas de consumo y reparto traerán consigo cambios significativos en las ciudades, ya que igual que se normalizaron los buzones se normalizará, en incluso se buscará, tener lockers en las viviendas, los gimnasios o los colegios. Y es que, apunta Calzón, ya ha cambiado incluso la forma de recibir los paquetes, de tal manera que se llega a ofrecer la posibilidad de cerraduras digitales o de que el cliente dé sus coordenadas y sea el repartidor quien vaya a su encuentro.

Precisamente el terreno digital es en el que se mueve Deliveroo, una empresa con apenas seis años de vida y que se basa, como bien ha explicado Marco Civolani, en una plataforma digital que conecta demanda y oferta y cuyo trabajo se cimenta sobre los pilares de la flexibilidad, la omnicanalidad y el cuidado de la experiencia de última milla. Civolani ha destacado que su empresa trabaja con un producto especialmente delicado, como es la comida, que responde normalmente a un deseo de compra y consumo inmediatos y cuya logística debe saber combinar la rapidez y un cuidado óptimo para mantener la calidad del producto.

Para lograr esa inmediatez y rapidez en la logística de última milla, los tres ponentes han incidido en laimportancia de la planificación y del papel fundamental que juega la digitalización. Una digitalización que forma parte de un cambio que va cada vez más rápido y que está causando ciertas dificultades a las compañías.

Sin ir más lejos, Eduardo Herrera ha querido hacer un llamamiento para que los cambios que lleguen en el futuro lo hagan dentro de un marco jurídico estable, que permita a las empresas invertir en infraestructuras para evitar que las exigencias superen a las posibilidades. Y es que, ha recordado, es importante ofrecer mucho, pero es aún más importante poder cumplir con lo que se ofrece.

Desde Seur, Benjamín Calzón también ha insistido en la necesidad de una legislación que no dependa del color político del Gobierno y que favorezca la movilidad sostenible. Una movilidad para la que, asegura Marco Civolani, aún falta camino, ya que actualmente no hay alternativas a precios competitivos que sean capaces de producir un cambio sustancial en el mercado, ya que cualquier vehículo eléctrico pasa a tener valor cero en apenas un par de años, por lo que las empresas no ven rentable invertir en ellos.

Sobre las perspectivas de futuro del sector, los tres directivos han coincidido en que la digitalización se ha convertido en una obligación más y en que las novedades y los avances más inmediatos llegarán gracias a la tecnología de datos. De hecho, ven bastante improbable que ese futuro que muchos se imaginan, en el que los drones se encargan de realizar los repartos, pueda ser una realidad a corto o medio plazo, ya que la inversión y la investigación están enfocadas a mejorar y aprovechar otro tipo de tecnologías que permitan optimizar los procesos logísticos.